Ruido retumbando en la cabeza.
todo dando vueltas,
pensamientos como abejas.
Daños sin reparo,
asuntos sin resolver.
Cuentas por pagar,
proyectos que entregar.
El tiempo va volando,
no alcanzo a cocinar.
Las heridas no dan tregua,
las noches son eternas.
No todo está mal,
la felicidad y los deseos
también me quitan el sueño.
Al fin y al cabo, más en que pensar.
Pienso de todo un poco
y de poco en poco,
también en ti. Y en ti.
En ellos y en aquellos
En todos juntos, dispersos, revueltos.
Pensar, pensar y pensar…
Elevando para aterrizar.
Permite que el dolor se cuele entre las grietas.
Me dijo alguien meses atrás.
Y hoy que estoy lleno de grietas,
fluyo con arroyos de dolor.
Tengo un roto gigante
desde donde se derrama
poco a poco lo que fui.
Cada vez más incompleto,
más raro, más desconocido.
Pero también más claro,
más fuerte y decidido.
‘’Conocerse es doloroso”
Me dijo alguien más hace un momento.
Pero cuántas veces hay que caer al vacío?
Podría ser feliz ignorando
esos ecos de risas inolvidables
qué retumban en este espacio
blanco y vacío.
Azul y frío.
Pero me siento incómodo,
perdido y solitario.
Sé que en ciertos corazones soy eterno.
Me pregunto hasta cuándo?
Cuánto durará este eclipse?
Acabará algún día este instinto
de escarbar dentro de mi,
lo que siento y lo que soy?
Es que soy lo que siento.
Atraigo luz filtrada y refinada que forma colores y moldea los cuerpos.
Como contracciones y estiramientos siento el miedo a sentirme incomprendido, a preguntarme por qué la vida ya no es lo que era; pienso mucho, hablo poco; ardo como pasto en verano. Un día más buscando emociones fuertes, no es eterno, es un estado provisional.
Soy mi propio anfitrión y se me sale por montón la alegría de vivir.
Memorias de un tránsito por mi feminidad.
Disperso.
Soy un flujo continuo de partículas cargadas de pasión, emitidas por el sol en todas las direcciones. Mi corazón bombea energía violentamente a 300, 500 y hasta 800km por segundo hacia el espacio interplanetario. Ocasiono auroras boreales, auroras astrales y quizá un par de tempestades magnéticas. Mi única misión: explorar para crear, expresar e inspirar.
Soy Viento Solar.
Cansado de darle tantas vueltas a la cabeza, a los sueños y las fantasías. De la falta de perdón, la falta de mi aprobación. Cansado de querer sentir ganas, de querer hacer, de querer ser. De los gritos y los juicios. No puedo con todo y tanto a la vez: la mutilación de mi sensibilidad y vulnerabilidad, el tiempo que no para y los moldes sin romper.
Solo fue un día difícil en cuarentena.
Solo fue un día difícil en cuarentena.
